A rather cold welcome

Luego de una grata despedida en Arturo Merino Benítez se abre paso la aventura con unas casi incontenibles ganas de orinar, una cabina llena de norteamericanos olorosos y un estoico asiático compañero de fila. Me dispongo en mi asiento mientras iluminaban las pantallas LCD touchscreen en las cabeceras traseras de todo el avión. Una vez cómodo, me entrego completamente a la navegación del material que allí se desplegaba. Armin Van Buuren fue mi primer acompañante, luego vino Foo Fighters y Smashing Pumpkins. Luego de aburrirme de la música di paso a Los Simpsons mientras me servía un plato de pollo con salsa y verduras. Luego de la cena y ver algunos cortos de ciudades auspiciadas por Delta me entregué a las faenas oníricas. Aunque con mucha dificultad, logré conciliar un liviano sueño que no me fue sufuciente para recomponer mi azotado cuerpo (jajaja). En fin, dormí asquerosamente mal. La mayor comodidad fueron los 30° que permitía el asiento, que en realidad no confortan a nadie. Despertaba a cada rato monitoreando el desplazamiento del avión: Perú, Jamaica, Florida, hasta que llegamos a Georgia. Casi al faltar 30 minutos se deja escuchar el piloto dando la bienvenida al aeropuerto Hartsfield-Jackson acompañado de un video intructivo acerca de cómo había que realizar los trámites siguientes. Bien, luego de ser revisados mis documentos dejé mi mochila y me embarqué en un tren subterráneo desde el sector E al B. Una vez ahí, localicé mi puerta y en menos de 30 minutos ya estaba embarcandome. Probablemente porque estaba realmente cansado me dejé caer sobre el asiento y en cuanto partió me quedé profundamente dormido. Al despertar vi que había tierra bajo el ala, pero no cualquier tierra: era nieve =o! Para mi sorpresa hacía un frío muy intenso que solo pude percibir al salir por un bus que me llevase al metro. Así que luego de recoger mis cosas me puse en contacto con esta típica señora gorda detrás de un mostrador que clamaba ser una informante. Le pregunté: "I need a place to stay that has to be safe and cheap" a lo que respondió con su dedo hacia unos teléfonos ¬¬ Luego de revisarlos, me di cuenta que conectaban sólo a hoteles establecidos, y por lo tanto caros. Entonces vuelvo y le pregunto de nuevo. Ahora me entiende, pero lo único que hace es darme unos números de teléfono y me apunta a unos teléfonos públicos que ni siquiera se veían. Luego de eso desistí de hacerme asesorar por semejante adefesio y me embarqué en mi propia búsqueda. Hasta consulté a unas cubanas que estaban trabajando en el área :P Dado ésto, me subí a un bus que me habían dicho que conectaba con el tren de metro. Para mi sorpresa, luego de unos 15 minutos, estaba justamente en el punto donde me habían tomado ¬¬ Pregunté si efecivamente llegaba, pero la respuesta fue que a veces pasaba por ahí ¬¬ me bajé de nuevo y tomé otro que ahora sí me llevaría a tierra prometida. Luego de un rato llegué al tren. Estación abierta. Mucho frío. Yo sólo con mi polera y mi polerón =P Llega el tren y me hace recordar a los de la línea 4. Hago combinación con la línea verde para llegar a la estación Kenmore, que me parecía la más atinada para bajarse dada su céntrica ubicación. Me bajo y solo camino. No hay nadie a quien preguntar y si lo hacía no tenían idea de hostales. Así que cuando pregunto en un hotel, me invitan a caminar unas 3 a 4 cuadras. Cuando llego a destino, para mi sorpresa, correspondía al Hostelling International que había revisado ya en internet. Bien. Una vez checkeado llego a mi pieza. Con temor abro la puerta ya que sentía voces. Mi impacto fue mayor al ver una pieza gigante con 10 camas dentro :O Las voces provenían de mis roommates europeas que acababan de ser transferidas de otra pieza. Luego de una ducha me pongo en contacto vía e-mail y rápidamente me pongo a caminar. Encuentro un mall en donde consumo lo que más me convenía, el balance entre la grasa rápida y lo casero y nutritivo: comida china. Luego de almorzar voy a mi hostal con internet :P me pongo a revisar los mapas y a preparar todo para mañana. Luego de eso cayó la noche (5.15pm) y no me quedé sentado. Partí nuevamente a recorrer. Entré a varias tiendas para palear el inclemente frío, o más que éste, el viento. Luego de una de estas visitas, salí con un par de guantes anti-viento en dirección a mi hostal que estaba ya bastante lejos. Luego de muchas fotos llegué finalmente a mi lugar. Sediento por contar lo que había vivido creé este blog. Picasa iba a ser mi plataforma estrella para las fotos, pero me encuentro con un problema técnico que me da paja resolver. Mientras escribo estas líneas se apodera de mi una gran angustia por no estar con los queridos. Necesito distracción.