Friday, January 9, 2009

Freezing skins

Luego de mi rauda salida en la mañana -para lograr la mayor cantidad de tiempo durmiendo- nos juntamos con unos amigos de Peter que también son de Holanda. Nos juntamos en la esquina de la 99 con Broadway. Lamentablemente la hostal no ofrece servicio de comida (I mean breakfast by that) así que para hacerla corta me compré un chocolate caliente en el dunkin de la acera del frente. Al volver a la esquina me encontré finalmente con los amigos de Peter, así que nos fuimos en dirección sur hasta la última estación de la línea roja: South Ferry Station. Al salir de la estación nos encontramos con este viento avasallador que golpeaba incesantemente todo. Realmente a este punto da lo mismo cuantas capas de ropa tengas cubriéndote o el material del que estén hechas, tendrás frío anyway. Sobretodo para un tipo sudamericano como yo. (ssaaaaa....) En realidad en Santiago me quejaba mucho del clima, que era muy mamón: en el verano mucho calor (que comparado a otras regiones del mundo es nada) y en el invierno no era tan frío, sentía que podía resistir más. Bueno, luego de esta experiencia mi regla ha cambiado. El clima en Santiago es demasiado benevolente con su gente, y aún así existen quejas. OK, luego de tanta queja climática, prosigamos. Fuimos por un ticket para pagar el ferry que nos llevaría hasta la isla de la estatua de la libertad. Lo conseguimos e hicimos la fila. Primer trámite: pasar bajo los arcos detectores de metales, pero no era una tarea fácil, no. Estos gringos se encargan de hacer tu vida muy difícil, ya sea configurando el clima para que sientas mucho frío o haciéndo que te saques casi toda la ropa para pasar bajo los arcos y la revisión. Dejé la mochila, mi banano, mi cel, mi cinturón, todo en la bandeja. Pasé y todo bien, pero la señora paca se le ocurrió que podía tener algo escondido en mi laptop, así que me invitó cordialmente a sacarla para que la pudiera examinar con dedicación y cariño. Pues, como buen sudamericano educado bajo los estrictos cánones de las aras familiares, le dejé hacer cuanto quisiera a la laptop para que así no tuviera problema alguno con la autoridad foránea. Luego del incidente entramos al ferry. Simpático: 3 pisos, 2 de ellos calefaccionados y -lógicamente- 1 cubierta. Los chicos, como alegan que son hombres verdaderos, de holanda, acostumbrados a temperaturas tanto más bajas que las que experimentan ahora, se fueron directamente a la cubierta. Yo me limité a seguirlos, no sabía aún dónde me estaba metiendo... Una vez arriba, el viento era tal que no duré más de 3 minutos ahí. Así que con mi otro amigo (Lucas) nos fuimos al 2do piso. Ahí con más comodidad conversamos de cosillas varias y me serví un hot-dog al estilo americano. Luego de la comidilia subimos nuevamente a ver la llegada del ferry a la isla. Simplemente majestuosa. Esa maravilla realmente vale la pena de todos esos controles de seguridad y todo el frío del mundo. Entonces, mientras nos acercábamos iba grabando con mi camarita (comparada con esas grandes cámaras que portan tradicionalmente los de ojos alargados horizontalmente), pero sólo por momentos porque la temperatura era tan cruelmente baja que el dolor de la piel de mis manos me hacía cortar los videos. Desearía haber tenido guantes ahí. (de hecho me compre unos, pero, pastelazamente, se me cayeron en el metro de Boston) Una vez en la isla nos bajamos y ¡el frío era demasiado intenso! De hecho mientras escribo estas líneas, la piel de mi cara me arde. Realmente fue quemada por el frío. Entonces, llegamos a la isla, sacamos muchísimas fotos: las típicas de las postales con la skyline de fondo y aquéllas con la estatua muy cerca. Luego de alrededor de 20 minutos nos fuimos a la línea de ingreso a la estatua. Afortunadamente estaba protegida con un toldo y lonas, así que estaba muy agradable adentro. Luego de alrededor de media hora de espera fuimos atendidos por este african-american que era muy simpático. A todo esto la fila se me hizo cortísima porque le iba enseñando frases en castellano a Lucas, quien luego las repetía a viva voz para toda la carpa. La pasé muy bien escuchando "¿quién quiere bailar conmigo?, ¡Quiero hacer el amor contigo, nena! y otras más. (jajajajaja) Luego: la revisión. Nuevamente me tuve que sacar toda la ropa y pasar por otro portal para ser nuevamente ultrajado (registrado xD). Cuando pensabas que todo lo malo había terminado venían las escaleras. 164 para ser más exactos. Exhausto veías letreros que te decían como "64 to go", "30 to go", "14 to go",... Pero eso no era todo. Tenías que volver a salir y exponerte a ese frío de )(/&" con ese viendo de la )!(/)(!"# para sacarte as many pictures as you could. Luego de aquella exposición bajamos y comimos al estilo americano (una hamburguesa con papas fritas) pero con una variante holandesa (bastards). Como en el lugar ya no cabía más gente entre bandejas y comida, estos tipos no encontraron nada mejor que ir a comer afuera: OMFG, WTF! Bueno, los seguí, pensando que no estaría tan mal, pero luego los convencí para que entraramos porque realmente era una locura comer afuera. Aparte del problema de las palomas: especímenes robustos y bastante decididos cuando se trata de comida. Realmente tenías que pelear con ellas para poder tener un lugar para comer. Incluso se posaban en la mesa, pero -unlikely las chilenas- éstas no se movían e incluso resistían los golpes de tu mano. Luego de semejante locura volvimos adentro, terminamos nuestra comida y nos fuimos. Para colmo, tuvimos que enfrentar al viento de nuevo. Ya estaba entregado... era el viento y yo, yo y el viento: enemigos tratando de convivir sin morir en el intento. Luego de subir al ferry, hicimos una parada en otra isla que tenía un museo a los millones de inmigrantes que llegaron a través de ella a la ciudad de New York en búsqueda de prosperidad. Luego del museo, más ferry. Luego: Ground Zero. Tomamos el subway y llegamos al ground zero. Tal como su nombre ¡zero aporte! Ves sólo unas ruinas y una construcción. Sus láminas instructivas locas por aquí y por allá y sería. Sin faltarle el respeto a lo sucedido allí, es solo un trámite. Luego de tanto caminar, estaba DEMASIADO cansado. Tenía un poco de frío, tenía sueño (4 horas de sueño) y los pies me dolían sobremanera (por andar con mis botas 100% waterproof todo el día jueves). Cuando pensaba que nos ibamos a ir apareció esta brillante idea holandesa: "ya que estamos en el área financiera, ¿por qué no vamos a Wall Street?" Pero qué brillante idea ñatiito ¬¬ Buscando direcciones y todo finalmente entramos a una tienda porque los ñatitos querían comprar cosas. Entramos y fue mi turno de aprender dutch. Se encontraron con 2 chicas, una de ellas era la ex de unos de ellos (get it?) Entonces se pusieron a conversar y con mi amigo Lucas empezamos a molestar. Me enseñó unas frases como "tienes un trasero muy bonito" y "eres bonita". Así que cuando me presentaba les decía en perfecto dutch frases como aquellas... (it was f5ck3ng hilarious man!) Luego de este incidente Lucatrón se encontró con otras amigas y luego nos encontramos con las australianas con las que compartimos nuestra pieza acá en NYC. Luego de un unánime fallo en contra del frío y de lo innecesario que se hace abrigarse cuando vas a sentir frío de todas formas quedamos de juntarnos en la noche para tomarnos algo. Menos mal que no se les ocurrió seguir buscando Wall St. Instead nos fuimos a Times Sq. (mi 2da vez ahí) porque a Peter quería unas zapatillas. Luego de la compra pasamos por un bajón y luego calabaza. Y aquí me tienen. Se me caen los párpados de sueño y me duelen los pies. Mejor me voy a dormir un rato para poder estar como un campeón en la noche. Voy a subir las fotos al picasa y luego me voy.

Ricardo, Ivonne: Los quiero mucho, estoy muy bien, no me vayan a llamar para molestarme con lo del frío (jajajaja). No hay mucho que hacer about it.

Ppo: Gracias por el correo man, es super rico saber de uds. Sigan así. (buen partido xD)

Todos: Creo que este es uno de los blogs más visitados, así que muchas gracias. Sigan leyéndolo, viendo mis fotos y mis videos.

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