Thursday, February 5, 2009

The End

Domingo

Con gran expectación procedo hacia el lugar donde se supone me recogería mi transporte para llevarme a Minneapolis. Luego de hacer el check-in correspondiente debía proceder a la tienda Starbucks para complacer los deseos de mi estómago. Luego de un tranquilo viaje de no más de 1.5 horas hago mi aparición en el aeropuerto de Minneapolis y St. Paul. (Desafortunadamente no pude conseguir un transporte directo al centro de Minneapolis) Tenía la ruta completamente planeada. Un viaje tranquilo a través de escaleras mecánicas y pasadizos secretos me llevó a la estación del lightrail asociada al aeropuerto. La gracia del lightrail es que funciona como un trolley-bus (como esos de Valparaíso) y en cierta parte del viaje se cruza con el tránsito normal de la ciudad. Ya en la intersección de interés, me bajo y tomo un bus que me lleva a mi otra calle de interés. Todo funcionando como reloj. Llego a la hostal y me recibe un idiota (sorry, se lo merece). Para entrar a la hostal necesitas abrir las típicas dobles puertas. Entonces, como llevaba mis cosiacas se me hacía complicado mantener ambas abiertas, porque la de afuera cerraba muy rápido. Esta persona ni se inmutó en ayudarme (lo cual no es mucho, no le di mayor importancia, pero la suma de todos sus actos hacen recordar todo lo que hizo mal). Al dejar mis cosas en la entrada procedo hacia la “oficina” de check-in. Hago los trámites correspondientes mientras huelo una fragancia entre cuerpo y alcohol… deducción: caña y no-ducha… my gosh! Luego del trámite agarra la toalla y las sábanas para proceder a la pieza que para mi desfortuna quedaba en el tercer piso. ¿Crees que me ayudó con algo en la subida por esa angosta escalera? No. Bueno… la salvación es la toalla y las sábanas, que desde ya temía que estuvieran usadas como las de Washington… jaja. Luego del gran gasto de ATP en la subida llego a mi dorm. Gigantesco, como 15 camas disponibles. En realidad el tercer piso era el ático de la casa, aún así grande. Mientras tanto me explica aspectos misceláneos de la hostal, como la hora de check-out, dónde queda el baño, etc. finalizando con un lindo “puedes agarrar cualquier cama” a lo cual agrega un ademán de entrega de sábanas y toalla. Descriteriado total. ¿Cómo iba a agarrar el combo cama si tenía la mochila grande en la espalda, la maleta en un brazo y la otra mochila en el otro? Imbécil… desde ese momento todo lo que me dijera era respondido con un inerte ahá. (Nótese que aún así pude agarrar el combo ;) ) Superado el impasse ordené todo y me fui a…bueno, para variar… comer. (Más rabia me daba por recordar la cordialidad que había tenido Garth conmigo en Indianápolis, de hecho él me llevó la maleta para subir nada más que 1 piso… arrgh…) Fui a un restaurant mexicanote a quedar con un rico aliento. A la vuelta (hacía nada de frío, de hecho la nieve se derretía con cuática) tenía pensado comprarme unas provisiones. Vi lo que parecía un supermercado normal, de lo que no me había dado cuenta era que no se trataba de cualquier tipo de supermercado, era uno tailandés… aaaaa… ya odio a los tailandeses también. No tenían nada normal, puras raíces,pescados raros y productos rotulados en caracteres irreconocibles. Yo sólo quería un pancito de molde =( Sin ponerle mucho esfuerzo, al frente había una grocery store más normalita. Me llevé un pan de molde, un queso, unos plátanos, una leche de chocolate, un frasquito de ibuprofeno y una pasta de dientes que era tan grande que parecía un dildo… jajajaja. Luego a computear y a ver el partido más importante del año, la final de la NFL. Computeando entremedio se hace hora para acostarse. Estoy tan acostumbrado ahora a irme a la cama a eso de las 10pm :P

 

Lunes

Luego de un inesperado contratiempo quedo libre recién a las 3.30pm. Como no tenía mucho tiempo me fui a un parque x que tenía como atracción principal una cascada. Llegué vía lightrail y caminé hasta él. Hacía un frío de morirse (-18°C) y corría un viento salvaje. Al llegar a la cascada, gigante fue mi sorpresa al encontrar más nada que estalactitas color azul turquesa muy claro: el río estaba congelado. Impactante escena. Fotos varias y de vuelta al lightrail.Destino: Mall Of America, que se supone que es el más grande de EEUU. Vueltas varias y me alcanzó sólo para recorrer el primer piso :S De vuelta a la hostal me esperaba el siempre caliente y disponible café filtrado americano. Novedad, llegué a computear. Pero siempre manteniéndome alerta a lo que pasaba a mi alrededor. Había una señora de edad que se juraba rica… no es por ser mala onda, pero era como coqueta la señora aquella, onda, jugaba con su pelo, tenía un pijama rosado juvenil, y otras cosas más. Jovialidad rescatable, pero… ¡recatáte loca! Estás como passed out in time! Había también un loquito moreno (negro) que no hablaba (0 aporte) y un caballero que –luego de hablar por Skype- me preguntó si era chileno. Simpático caballero, estaba haciendo un doctorado en historia de la radio (bastante raro tu tema…) y que había estudiado en la chile también. Luego, de la nada, llega un simpático personaje abriendo un envoltorio Mac y sacando libros de viajero por montones. Me mete conversa y rescato que se llamaba Tager, trabajaba con su hermano en computación y era de Chicago. No paraba de hablar! Contaba que también había andado en hostales y cosas por el estilo… aunque un poco extenso no fue una lata. Muy simpático. Al final quedamos de ir al cine al día siguiente, pero no a cualquier cine, a uno IMAX ;)

 

Martes

Según planeado voy al museo de historia natural Bell. La segunda micro se demora un poco pero igual llego a tiempo. El museo: típicos modelos animales a escala en vitrinas. Lo más destacable lejos fue la sección touch and see. Se trataba de una parte del complejo en donde habían animales vivos, aparte de los ya conocidos modelos. Primer encuentro: cucarachas. Luego de ver tanto modelo pensé que se trataba de cucarachas vivas compartiendo espacio con los anteriores, pero luego de –accidentalmente- chocar con el vidrio que las contenía, vi con cara de impacto repugnante como todas se movían, vale decir, que todas estaban vivas, OMFG! Luego de muchos videos y fotos culmina mi repugnancia para seguir observando. Veo un ciempiés, caracoles, huesos varios y una culebrilla. Luego de darme la vuelta casi entera me encuentro con unas hermosas tortugas de agua *.* En la vitrina siguiente, arriba de ella, estaba la ropa que se acababa de cambiar la serpiente contenida adentro (puaj). Terminado el tour necesitaba ponerle algo a la máquina. Fui por la comida china. Luego tomé el bus de vuelta, me serví un cafecito para el frío y llegué. Traté de documentar inmediatamente lo visto pero me atajó Tager para irnos al cine. Al subirme a la camioneta me encuentro con la sorpresa: en el asiento delantero iba Olga, una joven polaca. Así que nos fuimos contentos cantando al cine (¬¬ no!). Al llegar al lugar más alejado del planeta Tierra había casi nadie en el estacionamiento, por lo que se podía vaticinar la afluencia de público dentro de la sala. Compradas las cabritas más dulces que he probado en la vida y un sorbete de hielo picado con endulzante sintético rancio procedo a la sala. La gracia de los IMAX es que te meten en la película, no por el contenido, sino que por poseer proyecciones más allá de las típicas 16:9, ésta era más o menos 4:3, por lo que era GIGANTE, aunque Tager contaba que en Chicago habían más grande aún, pero que no se limitaban a estar enfrente tuyo, sino que te rodeaba lateral y verticalmente, por lo tanto era mucho más atractivo. Anyway, vimos Batman: The Dark Knight. Como ya me habían advertido en el tour de Chicago (el Hop on-Hop off) la película fue filmada casi completamente en dicha ciudad (excepto por las escenas en Hong-Kong), por lo tanto reconocía bastantes partes de ella, aparte que el L es reconocible a la legua (shiaa). De hecho hay una escena en la que el Joker se queda en una intersección (parado) esperando a que Batman lo atropelle con su moto sexual, esa escena fue grabada en una esquina que mencionó el tipo del tour (mish!). Luego de la película terminé como cuando fuimos a ver M:I3 con el Pablo y el Seba, onda: chan chan, chan chan chan chan, chan chan chan chan… jajaja… ya te creías Batman. Nos dirigimos al bati-móvil pero antes paramos por una vending machina que expendía el helado del futuro (sí, ese en pelotitas que probamos en Cabo Cañaveral que todavía no he visto en shile). La gracia de ese helado es que está tán congelado que mantiene la forma de esferas de unos 4mm de diámetro, de hecho se te pegan a la mucosa oral =P Ya en el bati-congela-móvil nos fuimos a cenar a un lugar tipo Friday’s que contaba con la gran atracción (consejo comercial para Chile) de tener incorporado un salón de juegos de video (tipo Funcenter o Happyland). Luego de comer y jugar mucho, nos echaron a la medianoche. De vuelta a la hostal y a la camita.

 

Miércoles

9am. Ricardo en la línea: “¿todavía en la cama?” Sí, ¿por qué no? Mi shuttle llegaba a las 12 y el vuelo era a las 3.50pm :P Luego de los comentarios pertinentes se apodera de mí la gran pregunta: ¿a qué hora sale tu vuelo?, gran pregunta, ¿no? Dirán “qué arriesgado. ¿Cómo no va a saber a qué hora sale?” Pero resulta que estoy en USA, y aquí existen como 5 zonas horarias, entonces, ¿a cuál se habrá referido mi ticket electrónico? Interesante pregunta. Respuesta: vea su itinerario en Internet, pues. Bien, revisado el itinerario figura que salgo a las 5pm hora local, lo cual no coincidía con mi ticket electrónico (3.50pm aproximable a las 4pm que por problemas de zona habrá de ser equivalente :S) Anyway, mi shuttle llegaba a las 12 y tenía que hacer mi check-out a las 11am, tenía, porque sino me iba de tantan en el popó. (La hostal estaba tapizada con carteles de no esto y no lo otro. Eso es lo detestable de la hostal, luego de las experiencias anteriores y trazando paralelos. Uno sabe comportarse.) 12.11pm y mi shuttle me estaba esperando. Wow, llegas early. Me despido de mis amiguis Tager y atendedor de hostal y me voy. Me subo muy alegre al shuttle (que venía lleno) y me hago amigo de todos inmediatamente. Así que luego de comentar planes a viva voz (para que todos escucharan) terminé hablando con mis compañeros de asiento acerca de mí (en un 20% de la conversación) y de la religión católica el resto de ésta. Justo me tenía que tocar sentarme al lado de unos fanáticos… lucky me! Pero como soy abierto de mente los toleré. Eso es lo que no capto de ellos. Casi no pude hablar. Escuchaba todo el rato que uno de ellos (de Arabia Saudita a todo esto) había visto a Jesús y que debía acercarme a la Biblia y…. aaaaa déjame tranquilo. Finalmente llegamos al aeropuerto. Hago el check-in humano en desmedro del electrónico para evitar problemas (hipotéticos). Luego de una extensa espera le doy mi pasaporte a la agente. Luego de teclear tal como en Meet the Parents me cuenta que no tengo reservación alguna, que dónde compré el ticket y que me tenía que poner en contacto con mi representante de vuelos. F5ck! F5ck! F5ck! F5ck! Ricardo me dijo que tenía que confirmar el vuelo, pero había confiado en la leyenda del ticket electrónico (vuelo confirmado). Ahora pagaba las consecuencias. Pero en realidad, si hubiera existido reserva y no la hubiera confirmado, me lo habría dicho en vez de su straight nunca tuviste reserva. Reviso mi correo más que preocupado y agradeciendo que salgo a las 5 (era como la 1pm). Nada. No más información que el schedule. Ningún código de reserva, nada. Crap! De vuelta a la fila para contactar a la misma dama que me había asustado, prefiero darle un intento a las máquinas de self check-in. Me acompaña una agente mexicana. “¿puedo meterle mi apellido para que me diga qué vuelos tengo a mi nombre?” No. Crap again! Pero… si metes una tarjeta de crédito es como lo mismo, agarra tu nombre y busca en la base de datos. Ok. Inserto la tarjeta y figuran mis 2 vuelos. (Mi cabeza casi explota de tantos garabatos contra la ineficiente agente anterior) Pues bien. Todo en orden. Dejo mis maletas y me voy a comer. Me meto a la zona de abordaje (sacándome casi todo: zapatillas, cinturón…) y tengo problemas…. Tengo un cilindro en mi mochila que debe ser revisado por un policía (jajajajajaja…) Resulta que el so called cilindro era el dildo de pasta de dientes que me había comprado… crap! Me quedé sin pasta de dientes =( Luego de estar en el chat con mi novia me salta la pregunta universal: ¿a qué hora es tu vuelo? Y resulta que no era a las 5 sino que a las 3.30pm, y resulta que eran las 3. Fui a confirmar a las pantallas y de hecho mi vuelo era para las 3.30pm (gracias Delta, confío siempre en ti). Apuradillo me subo rápidamente al avión. Afortunadamente todo en regla. Vuelo tranquilo, corto, con calor. Llego a Hartsfield-Jackson a la hora y media. Me transporto vía trancito hacia el sector T y espero. Llega la hora y me embarco hacia Chile. Ahora voy sentado en el 37A con nadie a mi lado, una bandeja de pasta y un laptop completamente funcional (hasta un rato más cuando se me vaya la batería. Onda 10 minutos más ¬¬)  Posteriormente (obvio) me acomodaré ocupando mis 2 asientitos :P ¿Qué mejor? Sí, envídienme first class bastards!.... jajajaja…

 

¡Se acabó! 

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